3/21/2009

hoy hace un día maravilloso


Llego tarde al médico. Siempre me hacen esperar. Hoy los puntuales son ellos. He dormido mal. Quizá me tengan que hacer una endoscopia, Mi hipocondría esta disparada. Normalmente veo los resultados y entro con ellos al médico. A pesar de mi torpeza para interpretar análisis clínicos cuando entro suelo tener una idea de lo que me espera. Hoy he llegado tarde.Rosario,mi médico, coge los resultados. La sigo. Es una persona amable y calmada que se toma su tiempo para consulta. “Hoy hace un día maravilloso”, me dice, “ “¿Quién tiene ganas de trabajar con una mañana así?” me habla de estas cosas y me sonríe con los resultados de mi analítica en sus manos. Estoy impaciente, sé que no ha leído los resultados, sé que si son malos no le van a amargar el día. Me impaciento y ella se da cuenta. Tranquilízate, dice sonriendo. Me trata con cierta naturalidad. Tuvimos la primera consulta el 11 de marzo del 2004. Un día que no se olvida y que nos sirve de referencia para saber el tiempo que llevamos “trabajando juntos” valga la expresión. Esta bien para alguien que siente alergia (y antipatía) por la profesión médica. Cinco años ganando batallas. Los dos sabemos que la guerra se pierde. Que no sea hoy. Antes que comience a leer toco madera por debajo de la mesa. Tengo la impresión de que algo va a salir mal. Esto esta bien dice leyendo las primeras líneas. Milagrosamente todo ha salido bien. No hay que hacer endoscopia, dice entre sorprendida y aliviada (quizá lo de aliviada sólo sea una impresión o una proyección).
Hablamos un rato antes de que salga de su despacho. Puede ser una afección leve lo que provoca estos síntomas, dice. Pero con los análisis positivos encima de la mesa ninguno de los dos tenemos muchas ganas de amargarnos la mañana de primavera buscando enfermedades donde, como mucho, hay síntomas leves y algo de hipocondría.
Nada más salir me voy a mi casa. Quiero abrazar a mi mujer y a mi hija. Hoy hace un día maravilloso es cierto.

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