12/20/2005

la ciudad iluminada (2) Ironias del destino

No quería escribir más sobre este tema. Corro el riesgo de aburrir. Valore la idea de contar alguno de mis viajes en coche por Europa. Allí son razonables. Allí los pueblos pequeños apagan gran parte de su iluminación por la noche. En verano a las once de la noche esta todo apagado. Pasas por los pueblos y, eso si, se trasmite una cierta sensación de desamparo. Pero la gente esta dormida y no lo ve. Para el que pasa es más sugerente o más triste. Que importa. Es de sentido común.
En los demás sitios de Europa en que he estado ocurre lo mismo. En Helsinki la iluminación de la calle es la justa casi diría que escasa. Yo –ya lo he dicho- no quería hablar sobre este tema. Alguien me dirá que en España vivimos más de noche. Que somos turísticos. Bueno. Cualquier pueblo de cien habitantes esta la calle perfectamente iluminada todas las noches del largo invierno. ¿Qué turismo hay a las cinco de la mañana, y a cuatro grados bajo cero, en la comarca de las cinco villas?.
Voy conduciendo hacia Teruel. Allí hay unos kilómetros de autovía, creo que cinco, repletos de farolas a uno y otro lado de la carretera, luego la oscuridad. ¿Por qué?. Toda la noche encendidos. Cada vez que viajo por la noche por esa carretera barajo hipótesis. ¿Por seguridad?,¿Para ver por donde vas? Entonces ¿por qué sólo cinco kilómetros? Imagino cosas, pienso en lejanos casos de corrupción, un stock de farolas de un cuñado del ministro, unas farolas compradas para otro uso, un error de calculo…no sé, ahí están las farolas iluminando cinco kilómetros de la autovía Zaragoza-Teruel.
Lo dije al principio no iba a hablar más sobre el tema. Ni siquiera azuzado por el absurdo hecho de encontrar las calles de mi ciudad absurdamente más iluminadas en los días de navidad, balcones, áticos. ¿Por qué?. Y si lo hacen ¿Por qué un mes antes de las fechas de autos?. Esta clara la respuesta no somos ciudadanos somos consumidores y se nos debe animar a ejercer. Nadie piensa, no en el dinero, que parece que nadamos en la abundancia, sino en el medio ambiente. “Aunque usted pueda pagarla, España no puede”, rezaba un lema de ahorro energético en la transición, que se quedo en mi cerebro grabado a fuego.
No iba a hablar del tema, ya lo he dicho. Cuando llego a casa con la cabeza reventada por los villancicos del centro comercial , con los ojos cansados de tanto parpadeo, cuando llego a mi casa situada en un pueblo de menos de cuarenta habitantes, aparco el coche en una calle donde solo hay tres casas, una calle no asfaltada (denuncio), pero si exageradamente iluminada. Pues bien, cuando llego a mi casa, y subo al dormitorio, una luz parpadeante entra por la ventana, pienso que todavía tengo en la retina las luces del centro comercial. No es así. Es una luz real. No me estoy volviendo loco. Son luces reales.
Mi vecino ha puesto una estrella enorme en su balcón. Pero no en el balcón que da a la calle. En el balcón que da a mi casa. Es algo inconcebible. Esa estrella sólo la vemos mi novia y yo en todo el universo. ¿Es una ironía del destino? ¿o de mi vecino? . No lo puedo entender, reprimo los deseos de destrozarla. Mi vecino esta no lo entendería y esta cachas. Quiero encontrar pensamientos positivos, quiero encontrar alguna justificación, algún tipo de sentido en este acto. Analizo con calma: por mi calle apenas pasan uno o dos coches en toda la noche (que es cuando la estrella esta funcionando), además estos coches solo la ven de refilón, casi diría que no la ven porque la estrella, la inmensa estrella de mi vecino, como ya he dicho apunta a mi balcón. Mi casa aunque no es muy grande tapa la estrella y la hace invisible para el resto de ciudadanos del pueblo (algo menos de cuarenta).
Una duda me corroe con rabia. ¿Por qué lo ha hecho? Mi novia advierte que si no bajamos las persianas el parpadeo amenaza con no dejarnos dormir. A mi que duermo por las persianas subidas.
Por un momento me alegra la idea de que mi vecino, por lo menos, va a pagar una buena factura de luz esta navidad. La alegría dura poco. No es así. Ya se que parece increíble pero como mis amigos más próximos sabéis la instalación es provisional y, hasta que sea definitiva, los dos enganchamos la luz en el mismo sitio. Mi vecino y yo pagamos la luz a medias. Dicho de otra manera: yo voy a pagar la mitad de la luz que gaste la estrella de los huevos toda la noche encendida en un territorio con la misma densidad de población que el Sahara. La gente no lo va a creer cuando lo cuente. Esto si que es una ironía del destino.

carnucismo 2:la ciudad iluminada (1)

La ciudad iluminada (1)

Alguna vez he paseado, en invierno, por las calles de mi pueblo desiertas. Apenas a las siete de la tarde. Recorro calles donde hace años que no vive gente. Veo las casas de gentes que conocí. La excesiva luz me hace ver las puertas, hoy cerradas donde yo llame algún día buscando un compañero de juegos del que hoy me cuesta recordar su cara.
He recorrido mi pueblo de noche, a solas, calles sin vida desiertas, como un Belen macabro de recuerdos. Una vez se me acerco un anciano. Lo había asustado. Le extraño ver alguien por ahí, a esas horas (las siete de la tarde), en esta calle donde no vive nadie.
Dije algo de las luces. Que bien las luces –espetó- ahora les han dado una subvención (al Ayuntamiento) y las han puesto hasta el barranco. Pero, ¿el barranco? allí ni siquiera hay casas. Bueno, pero si les ha dado el dinero la subvención, total p´a que se lo coman los políticos o se lo gasten en otro pueblo- concluyó-. Buen Ayuntamiento este, que mira por los suyos tan irracionalmente que les da lo que no necesitan –dije yo-. El hombre me despidió sin entenderme.
Yo seguí hasta el barranco por el camino, flanqueado por corrales y pajares. La luz mostraba más claramente el abandono, como el tiempo había hecho de estos locales un instrumento inútil para la vida agraria. Pocos trabajan ya del campo y, grandes naves a pie de carretera, donde meter los meter los tractores y el resto de maquinaria, había revelado a estos edificios, hechos en piedra, de puertas pequeñas y difícil acceso al borde del camino, como inútiles para el trabajo moderno.
Hable con algunos de mis convecinos sobre el tema. Todos alababan la gestión municipal que había traido “más luz” al pueblo. Sólo dos críticas: “Si han puesto hasta el barranco, que hubieran puesto hasta la ermita”. Ya que gastan que se beneficien todos.
De estas conversaciones, del apoyo recibido por mi pequeño Ayuntamiento en esta gestión, podría deducirse (quizá siendo injusto) que los ciudadanos piensan que la función de un Ayuntamiento es sacar lo más posible para el pueblo. Aunque este no lo necesite. Que el estado es un ente lejano que tiene dinero. Un señor rico que, cuando se digna a darnos algo, hay que cogerlo, porque si no se lo dará a otros, que los vecinos los del pueblo de al lado, los de la comarca vecina, o los de otra comunidad son unos competidores embarcados en una carrera por llevar cosas a su pueblo, por acaparar las dadivas del estado.
También deduje que la gente del pueblo donde viví los primeros años pensaban- o querían pensar- que si ese dinero no se hubiera invertido allí, se hubiera gastado en algo, igual de inútil, pero en otro sitio, o se lo hubieran gastado los políticos en sus cosas. Por último pensé –y eso era lo peor- que aquella gente no pensaba que ese dinero, que esas farolas inútiles, y esa electricidad las pagaban ellos con su pensión, incluso la pagaba también el hijo que vive en Zaragoza con sus impuestos. Pensé en esos jubilados a los que el hijo les instalo una bombilla de bajo consumo en la cocina, que se meten a la cama pronto para ahorrar calefacción, que apagan las luces de la escalera si no tiene que subir nadie y que , sin darse cuenta, se dejan toda la noche las luces de la calle encendidas…hasta el barranco.

12/13/2005

surtido de carnucismo:ALGUNAS NOTICIAS REALES




1.
Para navidad.
Dicen que poner en casa abetos de verdad es más ecológico que poner abetos de plástico.
Indiscutiblemente lo más ecológico es no poner abetos.
Por tanto la noticia se plantea mal, se da por supuesto que ponemos abetos.
La opción: no poner abetos, no se plantea.
Recordad (si sois tan necios para seguir la estúpida costumbre de hacer todo tipo de chorradas para celebrar el nacimiento del nazareno) es más eco-lógico sacrificar un ser vivo (con la calefacción y el ambiente irrespirable de nuestro hogar en estas fechas) que poner uno de plástico.
Explicación: A pesar de que el de plástico no paga con su vida (por que no la tiene) estos excesos se fabrica con petróleo (muy caro), y crea más residuos cuando lo abandonamos después de los fastos.
Donde hemos llegado
2
Resulta según dice Antena 3 (no me fío) que Marilin Monroe tenía más coeficiente que Eistein, (por poco pero era más lista).La naturaleza es injusta, pienso. Aunque no le valió de mucho. Bueno nunca me fié mucho de esas reglas basadas en resolver donde esta el conjunto que más se asemeja a otro. Me parece una pamplina. ¿Qué coeficiente tenía quien lo invento? El programa también dice que Kennedy era un superdotado, algo previsible, (yo sé que el humorista español Manolo Royo también lo es, y ahí esta, en noche de fiesta) y que Bush sólo tiene 90 (10 por debajo de la media).Para decir eso no se necesita que Bush haga el test. ¿Qué coeficiente tendrá Acebes?

3
Abro un periódico y veo a Benedicto (el papa) con un tricornio de la guardia civil en la cabeza. Definitivamente la iglesia carece de algo tan necesario como un asesor de imagen. ¿O no? La guardare entre mis fotos preferidas junto a la de Maragall con Rovira. Estaban de turismo en Israel cuando este último se puso la corona de espinas Maragall le hizo la foto. Inmejorable.

4
Ezquerra ha pedido a los militantes (los suyos) que arranquen una hoja de la constitución. Viendo el comportamiento de este partido que con medio millón de votos domina la política nacional me acuerdo, como Rodríguez Ibarra, del chiste del escorpión. Ya sabéis, el escorpión pide a la rana que le ayude a cruzar el río, la rana le dice: “pero me picaras”; el escorpión contesta: “entonces nos hundiremos los dos, no lo haré”. La rana convencida, monta el escorpión a su espalda y, cuando están cruzando el río, el escorpión pica a la rana. La rana dice “pero ahora moriremos los dos. ¿Por qué lo has hecho?”; el escorpión contesta: “es mi naturaleza”.Pues eso.

5
Oigo a que Extremadura tiene un ordenador por cada habitante, Cataluña no. Claro que Extremadura no tiene ningún canal de televisión autonómica y Cataluña dos. Tampoco tiene policía autonómica. Afortunadamente no existen los mossos de Extremadura . Basta de televisiones autonómicas. Grito en casa. A este paso acabaré gritando: “viva la guardia civil”, como el Papa.

6
Abro el periódico.El principe Felipe y su hija salen de compras. ¿Es una noticia?. Cierro el periódico

7.
Enciendo la televisión. Veo un imbecil de Madrid. Lo reconozco. Una vez me hizo una entrevista en la ceremonia de los premios Max creyendo que yo era alguien famoso.No la emitió. Habla. Dice: "España debe saber si la vida de la princesa Leticia corrió peligro durante el parto de Leonor". No es una broma. Parece que es importante para él.
Apago la televisión no vaya a ser contagioso.

Reflexiono: ¿Qué España? ¿Quién?
Basta de noticias reales.

12/09/2005

MIS AMIGOS EN PARIS


Mis amigos en Paris


Pues el caso es que dos amigos míos se han ido a vivir a Paris. No sé (ni les he preguntado) que se les ha perdido en la ciudad de la luz. Ir a Paris es ir a ver lo que paso, cuando el mundo era más pequeño, cuando los intelectuales y artistas dominaban la tierra. Ahora turismo, el mismo parque temático (artistolandia podría llamarse este). Cementerios, calles y cabarets al servicio de las hordas de turistas que desean (deseamos) tomar una copa allí donde lo hizo Buñuel (aunque el Dry martini sea demasiado fuerte para alguien no curtido por el viento de Calanda)
Muy bien para unas tórridas vacaciones de sexo y poesia.
La verdad que no entiendo el interés de vivir de continuo en una ciudad tan cara.
Hay tantas cosas que no entiendo.
Mis amigos han mandado unas fotos de los destrozos, ahora que en España nadie habla de la revolución de los coches quemados. Veo la cara de Julio, una mezcla de enfado e incomprensión.
Y lo entiendo.
¿Por qué nos engañaron?.Ya no queda ni Paris. La revolución de ahora es por el piso, por un trabajo, por poder trabajar de cajero en un carrefour. Es en Paris eso si. En Paris el hijo del inmigrante, el que vive en la barriada quema el coche del vecino. Los medios venden la noticia, todos ponemos la televisión para informarnos, se vende más televisión, las fabricas de coches se frotan las manos el sistema no se tambalea. Nada cambia.
El estado dotara los programas sociales para inmigrantes con algunas migajas que sacará de algún sitio (quizá de los programas destinados a que los hijos de los burgueses hagan infumables obras artísticas), el frente nacional sumara más votos con los que poder marginar más a los mismos que provocaron el altercado.
¿Por qué quemar el coche del vecino?.Los bolcheviques asesinaron a los zares, por lo menos tuvieron huevos... ¿qué revolucionario machaca las míseras posesiones de su vecino?
Veo todo eso en la cara de mi amigo Julio (igual yo tengo demasiada imaginación), ante una cabina rota que se pagará con los impuestos de los franceses, que contribuirá a mantener la economía basada en la continua creación de bienes a costa del planeta y para crear hace falta destruir.
Mientras mis amigos están en Paris en España donde tenemos a Acebes en lugar de Le Pen seguimos en lo nuestro. Somos (como decía Valle) “una deformación grotesca de la civilización europea”. Se ha montado una pequeña revolución ante determinadas medidas del PSOE, desgraciadamente este PSOE no es la segunda republica, afortunadamente las fuerzas vivas no son las del 36 (esperemos) Aquí nos preocupamos mucho por la constitución, Aznar va a una manifestación para glorificarla, el mismo Aznar que escribía artículos contra ella hace unos años, los curas piden libertad de elección de centro para los padres, son los mismos curas que durante años echaban mano al mosquetón cuando se hablaba de libertad, y el PSOE no se sabe explicar lo inexplicable. Yo creo que es imposible explicar como de la mano de un entupido (Maragall) se haya vuelto defensor de las naciones sin estado. Quien los ha visto y quien los ve.
Los medios nos enseñan a la gente de la manifestación por la constitución, la gente dice que España es: “una, grande, libre”, y añade “que viva la constitución” y que “Cataluña es nuestra”, y allí viendo Madrid, y oyendo esto de la boca de los ciudadanos te das cuenta que, sin querer, unimos el reformismo constitucional, los principios del movimiento y el espíritu imperial. Y es lo que somos. Es nuestro sino. Nos encontramos un imperio por casualidad, sin ningún esfuerzo, sin ni siquiera irlo a buscar, a partir de ahí todo fue un desastre como un nuevo ricos lo malgastamos, luego echamos a los franceses, y de paso la ilustración, y así estamos….
En Aragón comarcalizamos, los comarcalizable, haremos una policia autonómica, para ser tan tonto como el que más, y una televisión tan deficitaria y mala como todas las demás, para no tener dinero que gastar en los problemas reales pero reivindicar nuestros valores como pueblo, aquí todos queremos ser una entidad nacional. Nos llego el bienestar europeo pero nada más, el barniz de bienestar no logra tapar nuestro “cazurrismo secular”, nuestra deprecio al conocimiento y al saber hace que en lo único que nos equiparemos a Europa sea en televisiones y en lo único que los superemos sea en Bares. Nos conformamos con ser los hosteleros de Europa y ¡qué inventen ellos!. El limite no existe, dominados por los mediocres (que no leen ni viajan), los centralistas temerosos de que Madrid deje de ser el “todo”, los periféricos buscando su estatua en su pueblo, a lo más que pueden aspirar dada su mediocridad. Todo sigue adelante, La Rioja o Murcia serán, con el tiempo, naciones sin estado, algo que no fueron desde el jurásico como no lo fue ni Cataluña, ni el País Vasco, ni Aragón, y el limite de la estupidez no se sabe donde esta. En una librería de Cataluña Juan Marse, narrador genial de la Barcelona de posguerra, en novelas como “Si te dicen que caí”, aparece, traducido al catalán, en la sección narrativa extranjera.
Mis amigos están en Paris, dos provincianos españoles queridos y queriéndose, viviendo y amando, viendo los últimos coletazos de una revolución de mentira. Por lo menos viven en el parque temático de la inteligencia, nosotros seguimos aquí porque como dicen los “hunos” (no es error ortográfico): “España es una”.Desgraciadamente, porque si hubiera otra ya nos hubiéramos ido a vivir en ella. Mientras tanto quizá Paris sea la solución. Mis amigos dirán.