4/28/2009

EL PUEBLO CANTA

la propongo como canción del verano

4/25/2009

CASUALIDADES IMPACTANTES (2)


La historia del ETARRA kazpiazu y de Ramon Baglieto tiene tintes de tragedia griega.
Era el año 1961 y Ramón Baglietto, todavía soltero, aburría la hora de la siesta delante de la tienda de muebles mirando hacia la calle Calvo Sotelo. Reconoció a la mujer del carpintero de Azkoitia, María Nieves, al otro lado de la acera. Llevaba a su bebé de 11 meses en los brazos. El mayor de sus chavales, José Manuel, jugaba con una pelota a su alrededor. Cuando el balón rodó hacia la calzada. Y a sus dos años, José Manuel se echó a la carretera sin percatarse de que un camión avanzaba hacia él. Ramón Baglietto salvó al bebé arrebatándoselo de los brazos a la madre. Ella corrió hacia su otro vástago y murió con él bajo las ruedas del camión.Muchos años después ese niño (convertido en miembro de eta) había de matar a su salvador. Como en toda tragedia griega Kándido Aspiazu, cuando se bajó del Seat 131 con la Browning nueve milímetros en la mano para descerrajar a bocajarro la última bala en la cabeza de Ramón Baglietto, podía imaginarse que aquel era el hombre que 18 años antes le había salvado la vida. Su padre no se lo había dicho nunca. Como tampoco le habían dicho quienes ordenaron el atentado que iba a matar al primo del entonces número dos de la banda, Eugenio Etxebeste, Antxon. Muchas casualidades han ido marcando novelescamente la biografía del cristalero. Ahora, casi cada día, se cruza en el portal con la viuda del hombre al que asesinó, y con los dos guardaespaldas que la acompañan desde hace una década. El tiempo que ella lleva amenazada por la banda.

4/23/2009

un 23 de abril

el poema es de león felipe y creo que para hoy va bien:

EL MUNDO ES UN PARAISO.... FISCAL


No estamos preparados para este mundo. Nos educaron pensando que los malos nos saldrían por la noche de una esquina. Sucios y taimados nos pondrían la navaja en el cuello. Contra esos malos tenemos antídoto. Pagamos policías, puertas blindadas, jueces, e impuestos varios para que los mantengan a raya. De vez en cuando alguno se descontrola y nos roza su maldad. Los medios de comunicación magnifican la noticia. Unos malos han matado a Marta del Castillo, nos recuerdan. Es bueno que sepamos que están ahí los malvados esperándonos. Es bueno que salgamos gritando: ¡asesinos!. Eso hace que nos desahoguemos. Nos sienten más tranquilos. La cosa da para horas de entretenimiento de sobremesa para viejas.
Los malos, los verdaderos malos, están en otro sitio.
Los malos tienen el dinero en paraísos fiscales. En pequeñas islas de poco más de 10000 habitantes se apiñan cientos de empresas con el miserable afán de no pagar impuestos.
Los titulares de estas empresas viven en cómodas villas de Europa occidental. Son gente guapa, educada, bien vestida. Correctos padres de familia. Las películas que han educado nuestra manera de mirar nos han enseñado a pensar que el malo es feo y deforme. Estos miran dulcemente, Aquí no existe la mirada torva del malo. La flor y la nata de nuestra sociedad son ellos. ¿Cómo distinguir el grano de paja? La gente carga sus iras contra los políticos (los nuevos muñecos del pin pan pum) pero jamás se lanza en contra de estos ciudadanos que dan trabajo en sus lujosas villas a jardineros, mayordomos, niñeras y una larga lista de gentes que (curiosamente) si pagan impuestos. En las calles donde viven seguras (las más seguras) y limpias (las más limpias) humildes personas que también pagan impuestos ( y cuyo sueldos se pagan con los impuestos de otros ciudadanos) les recogen la basura, les limpian la calle, les arreglan los parques de los jardines por los que pasean, o los protegen de los miserables con navaja.
Nadie dice nada. Nadie puede decirlo.
Los mejores publicistas les diseñan anuncios donde se habla de sus empresas identificándolas con la belleza de rostros virginales, con las variantes del lema: “ otro mundo es posible”, con el desarrollo sostenible, con la solidaridad, el multiculturalismo y otras muchas mentiras bien contadas. Los medios de comunicación ponen los anuncios sabiendo que son sartas de mentiras, que muchas de estas empresas defraudan impuestos y, muchas veces, contaminan el planeta, explotan a los ciudadanos y hacen por dinero cualquier cosa terrible. Pero ¿quién se atreve a denunciarlo?, ¿quien pierde esos ingresos publicitarios por decir una verdad que, pronto, una tribu de publicistas se encargara de desmentir?.
Hace unos meses leí en un periódico, que se tilda de valiente e independiente, un poema horrible que parecía escrito por un escolar, el periódico (que no publica un poema ni del premio Cervantes) lo publicaba íntegro. Lo había escrito el presidente de una gran corporación del ladrillo a su padre recién fallecido.
No estamos preparados para esos malos ni para sus cómplices.
No sabemos verlos. Pero están ahí, son legión, son los actores que relanzan su carrera con visitas de caridad a África, son los deportistas que besan la bandera del país pero luego se empadronan en un paraíso fiscal para no pagar impuestos por la pasta que el país les paga por defender los colores, son los músicos expertos en demagogia rockera por la noche hacen una arenga solidaria a un público alucinado (en todos los sentidos de la palabra) y por la mañana defraudan al fisco.
El martes 31 de marzo documentos tv en un magnifico reportaje desenmascaró a uno de los profesionales del timo del filántropo: el cantante Bono. De este personaje sabíamos que utiliza la caridad para promocionarse pero lo que nos descubrió el reportaje es que también se dedica al rentable negocio de los paraísos fiscales.
Seré un desconfiado pero cuando un tipo alardea en público de solidaridad, multiculturalismo, o cualquier otro lugar común creo que, como mínimo, hay que investigarlo. Por si acaso.

4/04/2009

CASUALIDADES IMPACTANTES (1)



Me gusta leer noticias donde la casualidad es protagonista. Me recuerda lo que es este mundo esta Babel donde cada día se sortea la vida y la muerte.
Esta historia parece una versión del cuento del hombre que ve a la muerte en el jardín y huye a la ciudad vecina. Es allí donde la muerte lo había citado.
Esta es la historia:
El 6 de agosto de 1945, EEUU marcó un hito trágico al lanzar la primera bomba nuclear usada contra una población —la de Hiroshima—, un experimento que repitió tres días después sobre Nagasaki. Más de 200.000 personas murieron. Pero Tsutomu Yamaguchi sufrió ambos bombardeos y sigue vivo. A sus 93 años, las autoridades lo han reconocido como el único superviviente 'oficial' de estas dos catástrofes.
Yamaguchi estaba de viaje de negocios en Hiroshima cuando el avión estadounidense 'Enola Gay' dejó caer la 'Little Boy' sobre esta ciudad, a unos tres kilómetros del lugar en el que se encontraba. El hombre sufrió quemaduras graves y pasó allí la noche antes de volver a su ciudad, Nagasaki, donde vivió nuevamente la experiencia poco después.

El hombre se fue a encontrar con la muerte dos veces en tres días y las dos veces se salvo. Me recuerda aquella tipa que en el mismo sorteo le toco el primer y el segundo premio de la loteria.