8/08/2008

los malos


No sé si recibí buena educación. Recuerdo algunos de mis profesores con mucho cariño. En clase nos animaban a decir lo que pensábamos, a poner “verdades” en cuestión, fomentar espíritu critico lo llamaban.
Así me educaron. Nuestros héroes (que ingenuos) eran aquellos que, con valor, se habían opuesto a las injusticias.
Pensar por ti mismo, tener opinión propia. “Aunque la minoría sea de uno solo la verdad es siempre la verdad”- nos decían que había dicho Ghandi-
Los que eran así eran considerados (tanto por los profesores de religión como por los marxistas) como “los buenos”.
Ha pasado el tiempo y miro a mi alrededor. Observo a las personas que socialmente son respetadas. Son escritores, actores, periodistas, políticos…. Gente simpática, reconocida socialmente. Reciben premios y asisten a cenas benéficas. Son alabados en público y en privado. Repaso su historia. Sus acciones. Nunca les he escuchado criticar a nadie. Alaban todo. Si algo no les gusta, callan cortésmente.
De vez en cuando me dan consejos: “no seas tan radical”, “hay que ver el vaso medio lleno”, “es desagradable que te metas tanto con estos”. Ellos son los que nunca critican, los que se mantienen al margen de toda polémica. Desde sus tribunas alaban exageradamente o se callan, las alabanzas les reportan amigos, las no-criticas no les crean enemigos.
Critican en privado pero callan en público. Ahora los leo hablar de la expo. Escriben por encargo y en sus blogs. Sé lo que piensan, lo que callan.
Llevan años así, mintiendo, callando, al servicio del que manda. Cada día halagan y eso les genera más amigos que les corresponden hablando maravillas de su arte. Si hacemos un repaso por zonas de la blogosfera podemos encontrar auténticos enjambres de aduladores. El que no entra en el círculo es apartado. Son gente que utiliza una variante del viejo truco de la iglesia católica: “si mucha gente cree en “esto”, “esto” no puede ser mentira”.
Los nuevos tartufos. Los bienpensantes. Los políticamente correctos. Los amantes de la interculturalidad. Los que sólo critican cuando critica el universo. Pueden hablar contra la guerra de Irak, eso esta lejos, pero jamás se meterán en una prevaricación cercana. En ambos casos ganan siempre. Los verás en la expo. Subrayarán, defenderán, justificarán lo que haga falta. Aplaudirán un discurso vacío en la tribuna del agua lo mismo que el dispendio del Iceberg, con la misma desfachatez. Estarán ahí. Son cómodos, nunca molestan. Se les puede llevar a cualquier sitio siempre que el sitio sea de postín. Nunca te fallarán.
Echo la vista atrás,pienso en mi educación, en mis maestros pienso en que estos “intelectuales palmeros”, estos y no otros, son sin duda alguna, los malos.

2 comentarios:

cronopio-cronopio dijo...

Hola Jesús!
En parte, recibimos la misma educación. Y en parte estoy de acuerdo contigo, el número de posicionados no es determinante puesto que, ni mucho menos, todas las opiniones valen lo mismo. Información, o falta de ella, trasfondo cultural, expectativas latentes, subjetividades más o menos escondidas, predisposiciones, posicionamientos políticos... hay tantos factores que influyen... Tantos, tantos, que por muy 'alejado' que se esté de un tema la objetividad siempre es relativa (por no decir imposible).
Dicho todo esto, y asumiendo mi subjetividad, lamento no poder estar de acuerdo contigo. Para mi la Expo es un 'gran invento'. ¿Mejorable? Sin duda. ¿Con clarooscuros? Por supuesto.
Por cierto, la blogosfera, como el resto de espacios en internet, está copada por toda suerte de sensibilidades. Y yo no tengo tan claro que es lo que predomina acerca de este tema. Y respecto a los medios... pues más de lo mismo. Seguro que mis susceptibilidades, diferentes a las tuyas en este tema, hacen que perciba mucho más los titulares negativos. Pero, por lo que recuerdo, una baldosa rota es suficiente para un titular, o el calor, o las colas,... en fin que se recalcan bastante más los defectos, que los tiene, que los aspectos positivos (tanto en el EPA como en el HA, éste último es de traca, la verdad es que me hacen reír mucho sus 'veneosas alabanzas'). Otrosí, no te pierdas las columnas de Trasobares en el EPA... te van a emocionar.

Dos puntos finales:
-Me cago en la Expo que me ha dejado sin vacaciones hasta, con suerte, septiembre (y sin poder subir a los Lorenzos)
-Y a ver si encontramos un ratillo para quedar en la Expo y ponerla a caldo mientras nos tomamos una cañita en vaso fluvi.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Supongo que esto tiene que ver mucho con la expo y con todo en general. Soy una persona que se siente bastante incómoda con el conflicto, intento evitarlo, cuando opino lo contrario muchas veces callo por temor a herir sensibilidades o simplemente por lo dicho por evitar el conflicto eso no quiere decir que adule lo que no me gusta o que no tenga criterio, pienso que a veces una mirada o un silencio son más elocuentes y menos expuestos, pero también te diré que estoy harta de la crítica por la crítica, estoy harta de tener que opinar sobre tal o cual espectáculo, veo muchos a lo largo del año que no son nada del otro mundo y sólo me inspiran comentarios los que de verdad me han encantado o me han parecido malísimos, el resto me cuesta tener que posicionarme, yo no me dedico a esto y no padezco el intrusismo de esta profesión, pero también pienso que detrás de un montaje hay un trabajo, una ilusión a veces más acertada o menos y que hay comentarios, críticas que tienen más de espectáculo que de reflexión, que claro que hay mucho caradura (véase el espectáculo de els comedians), pero que entre “está bien” y “es una mierda” hay un rango amplio de matizaciones, que no estaría de más que se utilizaran de vez en cuando.
Y sinceramente creo que todos (incluido tú) somos más indulgentes con lo que hacen nuestros amigos y también con los que nos contratan...
Sobre la expo, fui con las expectativas tan bajas que me gustó, tampoco creo que haya muchas diferencias entre una expo y otra y como Julio pienso que es un modelo de promoción turística ya agotado, que seguro que hay unos cuantos inútiles que han dado el pelotazo, unas cuantas constructoras se han enriquecido más ... pero como en tantas otras historias, al final me quedo con los conciertos que ha habido, con los puentes y con el espacio que me parece que está bonito...igual es que soy conformista...
Siento esta perorata pero es que estoy harta de críticas que me suenan a más de lo mismo...
Besos