El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloc, ha asegurado hoy que no le importa que la designación de una calle con el nombre de San José maría Escrivá de Balaguer salga sin consenso municipal, porque lo considera uno de los aragoneses más importantes de la segunda mitad del siglo XX.
Osea que la clave es que sea aragonés. El localismo ha salvado al alcalde. El otro día un periódico de Aragón le dedicaba la contraportada a un tipo que había intentado (sin éxito) batir el record mundial de ponerse calzoncillos encima. Por si alguien le interesa diré que no lo consiguió. El Heraldo de Aragón le dedicó la contraportada. El hombre era de casetas. Era Aragonés Era de los nuestros. Como Escrivá. . Heraldo y Belloc, enemigos en lo político, coinciden en la filosofía esencial de nuestro tiempo: “ande o no ande...vivan los de aquí”. Hace unos años los representantes de Ezquerra Republicana de Cataluña fueron a postrarse ante las tumbas de los reyes catalanes. Son republicanos pero aquellos reyes eran los suyos, es decir, esos, y no otros, eran los reyes que los hubieran fusilado por ser republicanos.
Recuerdo una estremecedora portada del Heraldo de Aragón. El vicepresidente de Aragón se abraza eufórico con unos paisanos ¿Qué había ocurrido? ¿A que venia esa euforia? Un aragonés, un compatriota, había ganado Gran Hermano. ¡Ole¡
Hoy, en una entrevista, Vicente Del Bosque, ha dicho que en todas partes hay gilipollas y, se ha atrevido, a decir que, entre los gloriosos hinchas que visten nuestra heroica camiseta, los hay entupidos. ¡Que tiempos estos en que los entrenadores de fútbol son los tipos mas cabales del país¡.
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